Ultima actualización el 4 de marzo de 2025 por Andrés Ortega
En esta ocasión vamos a hablar sobre un tema que considero clave para cualquier emprendedor o empresa: ¿cuánto cuesta mantener una página web?
Vivimos en plena cultura digital, un mundo donde la presencia online es prácticamente una obligación ya que si no estás en internet es como si no existieras. Así pues, entender los costes asociados al mantenimiento de una web es esencial para planificar bien nuestra estrategia y presupuesto.
Para poder acotar correctamente todas las variables que la presencia en internet implica vamos a desglosar los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta, desde el diseño inicial y su desarrollo, hasta el alojamiento de la web y sus actualizaciones, sin olvidar el esencial marketing digital.
Dominio y alojamiento web
Empecemos por aclarar la terminología básica. Cuando hablamos de alojamiento web nos referimos a un espacio en un servidor específico donde se guardan todos los archivos que forman parte de tu página para su óptimo funcionamiento. Los proveedores ofrecen diferentes planes, con características y precios muy variados, pero en general siempre tienen opciones que resultan bastante asequibles en función de lo que necesites.
Lo más importante es contratar solo lo que realmente necesitas. No tiene sentido pagar por servicios o recursos que no vas a utilizar. Por ejemplo, si estás empezando y tienes una instalación básica en WordPress o Prestashop, un servidor estándar será más que suficiente. En este caso, el coste podría rondar los 50€ al año, lo que es bastante asequible para un proyecto pequeño o mediano.
Sin embargo, si tienes planes más complejos, como manejar varios sitios web o vas a necesitar más recursos (por ejemplo, mayor almacenamiento, mejor rendimiento o herramientas avanzadas de seguridad), el presupuesto podría aumentar hasta unos 120€ al año (aproximadamente 10€ al mes). Esto sigue siendo razonable si consideras las ventajas que obtienes, como mayor capacidad para gestionar tráfico o la posibilidad de escalar tu negocio online sin problemas.
Alojamiento Compartido | Alojamiento VPS | Alojamiento Dedicado | |
---|---|---|---|
Recursos | Compartidos | Recursos asignados | Recursos completos |
Rendimiento | Restringido | Mejor rendimiento | Óptimo rendimiento |
Control | Menos control | Mayor control | Control absoluto |
Costo | Más económico | Más costoso | Más costoso |
Precio | 30€ al año | 65€ al año | 120€ al año |
Si quieres profundizar en este tema y conocer más detalles sobre los costes asociados a una web en WordPress, tengo una guía completa que te puede resultar muy útil. Ahí encontrarás información actualizada sobre precios, características y recomendaciones para elegir el plan que mejor se adapte a tus necesidades.
Opciones de alojamiento web
Vamos a concretar lo visto hasta ahora en función de las diversas opciones que puedes manejar cuando se trata de alojamiento web, cada una con sus propias características y precios. Elegir la adecuada depende, como ya hemos comentado, de tus necesidades y del tipo de proyecto que tengas en mente. Vamos a explorar las tres principales: alojamiento compartido, alojamiento VPS y alojamiento dedicado.
Alojamiento compartido
Esta es la opción más económica y popular, ideal para proyectos pequeños o medianos. Viene a ser como vivir en un apartamento donde compartes espacios comunes con otros vecinos; pero en este caso lo que se comparte son los recursos de un mismo servidor, aunque mantienes tu propio espacio de almacenamiento.
En el alojamiento compartido, compartes los recursos del servidor (como la capacidad de procesamiento, la memoria RAM y el ancho de banda) con otros usuarios. Sin embargo, tu espacio de almacenamiento es privado y exclusivo para tu sitio web. Es decir, aunque compartes el servidor físico, tus archivos y datos están separados de los de otros usuarios.
– Coste: Es la opción más barata, ya que los gastos del servidor se dividen entre varios usuarios.
– Recursos limitados: Al compartir el servidor, los recursos como el espacio en disco y la capacidad de procesamiento son limitados. Esto puede afectar el rendimiento si tu sitio recibe mucho tráfico.
– Mantenimiento: El proveedor se encarga de todo el mantenimiento técnico, lo que resulta una opción perfecta si no tienes conocimientos avanzados o no dispones de tiempo para ocuparte de algunos aspectos por ti mismo.
– Menor control: Una de las contrapartidas de compartir el servidor es que tienes menos opciones para personalizar la configuración. Por ejemplo, no podrás instalar software personalizado o modificar configuraciones avanzadas del servidor, ya que estos cambios podrían afectar a otros usuarios. Para la mayoría de los sitios web pequeños o medianos, esta restricción no suele ser un problema.
Alojamiento VPS (Servidor Privado Virtual)
Un VPS es como tener tu propio apartamento dentro de un edificio. Aunque compartes el servidor físico con otros usuarios, tienes recursos dedicados (como memoria RAM, espacio en disco y capacidad de procesamiento) que no se ven afectados por lo que hagan los demás.
Además, tienes más control sobre tu entorno, lo que te permite instalar software personalizado, ajustar configuraciones y escalar recursos según tus necesidades. Es una opción ideal para proyectos que requieren más flexibilidad y rendimiento que el alojamiento compartido, pero sin llegar al coste de un servidor dedicado.
– Recursos dedicados: Se te asignan recursos específicos, como memoria RAM y espacio en disco, que no se ven afectados por otros usuarios.
– Escalabilidad: Puedes ajustar los recursos según tus necesidades, lo que lo hace ideal para proyectos en crecimiento.
– Control y personalización: Tienes más libertad para instalar software y configurar el servidor a tu gusto.
– Mayor coste: Es más caro que el alojamiento compartido, ya que vas a contar con recursos dedicados, pero sigue resultando asequible para la mayoría de los proyectos.
Alojamiento dedicado
Siguiendo con nuestro símil habitacional, esta opción sería como tener una casa propia. Tienes un servidor físico exclusivo para ti, sin compartir recursos con nadie más.
– Recursos completos: Tienes acceso total a todos los recursos del servidor, como la memoria RAM, el espacio en disco y la capacidad de procesamiento. Esto significa que no compartes nada con otros usuarios, lo que garantiza un rendimiento óptimo y estable para tu sitio web o aplicación.
– Mayor rendimiento: Al no compartir recursos, el servidor dedicado es ideal para sitios web con mucho tráfico, aplicaciones complejas o proyectos que requieren una alta capacidad de procesamiento. Esto asegura que tu sitio funcione de manera rápida y eficiente, incluso bajo demanda intensa.
– Control absoluto: Tienes libertad total para personalizar el servidor según tus necesidades. Puedes instalar cualquier software, ajustar configuraciones avanzadas y optimizar el entorno para que se adapte perfectamente a tus requisitos técnicos.
– Mayor coste: Es la opción más cara debido a la exclusividad de los recursos y la potencia que ofrece. Sin embargo, si tu proyecto requiere máxima capacidad, seguridad y control, el precio está justificado y puede ser una inversión necesaria para garantizar el éxito.
Además del alojamiento, no olvides que también necesitarás registrar y renovar un dominio para tu página web. El coste del dominio depende de la extensión que elijas (como .com, .net, .es o .org) y puede variar si decides pagar por varios años de una vez.
Elección del dominio
Imagina tu dominio como la dirección de tu casa, o de tu empresa, pero en el espacio virtual de Internet. Es lo que los usuarios y posibles clientes escriben en su navegador para llegar a tu sitio web. Cuando alguien escriba tu dirección web, accederá directamente a tu página.
Un dominio se compone de dos partes principales: el nombre y la extensión. El nombre es la parte personalizada, la que eliges para que represente tu empresa, marca o negocio. La extensión, como «.com», «.net» o «.es», va a completar la dirección de tu web y depende del tipo de sitio que tengas o de tu público objetivo.
Elegir un dominio adecuado es clave: debe ser relevante para tu negocio, fácil de recordar y, si es posible, corto. Es, por tanto, tu carta de presentación en la web. Por ejemplo, si tienes una academia no sería lo mismo presentarte como «apruebatodo.com» o como «el-profe-me-tiene-mania.com».
Es un detalle importante también pensar en la extensión que mejor se adapte a tu audiencia. Por ejemplo, si tu público está en España, un «.es» puede ser más apropiado que un «.com».
Diseño y desarrollo web
Si quieres dar una imagen profesional y potenciar tu marca, puedes contratar a una empresa de diseño web para crear un sitio funcional y atractivo. Esto supone un pequeño desembolso, pero también una inversión especialmente útil si no tienes experiencia técnica o si buscas un diseño completamente personalizado.
Sin embargo, si prefieres algo más económico, plataformas como WordPress ofrecen una gran variedad de temas y plugins gratuitos. Con un poco de tiempo y paciencia, puedes crear un sitio web con apariencia profesional y que tenga todas las funcionalidades que necesitas.
Seguridad y actualizaciones
La seguridad de tu página web es una consideración fundamental para proteger los datos de tu web y tu negocio y, algo especialmente importante, los de tus visitantes. Sin una web segura no es posible establecer una relación de confianza con tus potenciales clientes. Una de las medidas más importantes es usar un certificado SSL, que es el estándar que establece una conexión segura y encriptada.
El certificado SSL es gratuito como en los mejores Hosting (alojamiento) actuales, y las actualizaciones igual.